Puede ser que andes dando chichi, bombeando y nutriendo a tu nene con un biberón, nutriendo con fórmula o una mezcla de todo esto, la alimentación con un biberón es un ejercicio particular, y con las facilidades convenientes todo es más fácil. Ahora, te afirmaremos cómo causar que te sea más sencillo:
Deshazte de la culpabilidad
Quitando las razones por las cuales empleas un biberón para nutrir a tu bebé, para que los papás logren participar en la alimentación, a fin de que la tía tenga la capacidad de procurarlo mientras que tomas un break, para que puedas suplementarlo con fórmula, apartar una mamila con privilegios puede ayudar de muchas maneras. Si la enfermería no marcha para ti, si precisas una combinación de leche y fórmula láctea, o si has preferido el biberón solamente, siéntete bien respecto a tu decisión.
Busca el chupón preciso
Los facultativos están conforme en que el preferible biberón es uno con un chupón que simula el pezón más naturalmente. Si te encuentras amamantando, necesitas un chupón que simule tu seno; si lo alimentas solamente nutriendo con biberón, es mejor un chupón que promueva la deglución beneficiosa y el progreso oral.
Usa una almohadilla para alimentar
Una estrategia idónea sería colocar a tu nene en una postura cómoda para una buena dosis de alimentación alargada, y entre las más buenas maneras de garantizar tu y su desahogo, es con almohadas colocadas estratégicamente. Una buena almohadilla de lactancia se acomoda para adaptarse a cualquiera hombre, y les va a dar un excelente respaldo a tus extremidades para una apropiada alimentación y alianza con el biberón. Recuerda mudar los lados a mitad del proceso.
Descubre como adivinar a tu nene
Cuando esté preparado para dejar de ingerir su leche, tu pequeño alejará la cabeza un poco. Aguanta el estimulo de terminar con lo que queda del biberón y respetar lo que le está diciendo, en tanto que lograría llevar a hábitos alimentarios más saludables después. Y también resiste la tentación de guardar cualquier resto de leche para una sesión posterior; las bacterias se reproducen deprisa en ella, por lo que quieres desechar la leche no utilizada.
Recuerda que está comiendo bien
Si tu baby aún no come sólidos y tiene menos de seis meses, tendría que recibir casi dos a dos onzas y media de leche por kilo de peso al día. Si eres perezosa como yo, sencillamente cerciórate de que está incrementando el cuerpo y revisa el pañal: tras los primeros días, debe hacer 4 o bien más deposiciones y producir seis pañales húmedos al día.
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